Santa Zita

Índice
  1. ¿Cuándo se celebra Santa Zita?
  2. Celebración, vida, obra y oración de Santa Zita
    1. ¿Cuándo nació y falleció?
    2. ¿Quién fue Santa Zita?
    3. ¿Su nombre tiene algún significado?
    4. ¿Cuál es su nombre en otros países del mundo?
    5. ¿Existe alguna oración específica para Santa Zita?

¿Cuándo se celebra Santa Zita?

Santa Zita es un Santa cuya celebración se realiza el 27 de abril y lo celebran las personas cuyo nombre es Zita.

Celebración, vida, obra y oración de Santa Zita

A continuación se ofrece unas breves reseñas históricas sobre la vida y beatificación de Santa Zita, para poder entender los momentos que marcaron su camino hacia la santidad.

¿Cuándo nació y falleció?

No se tienen datos sobre el nacimiento de Santa Zita y fallecio en Luca, en Italia.

¿Quién fue Santa Zita?

En Luca, de la Toscana, Santa Zita, virgen, la cual, nacida de hogar humilde, a los doce años entró a servir a la familia de los Fatinelli, perseverando hasta la muerte con admirable paciencia en este servicio doméstico.

De ella se cuentan, además de los rasgos fundamentales que la hicieron santa, multitud de anécdotas y milagros que sucedieron tanto en vida como después de muerta. Bien puede haber entre ellos la base real que justifica el relato agrandado por el cariño de las gentes sumamente comprensible por ser ella una más del pueblo. Y santa, muy Santa tuvo que ser la patrona del servicio doméstico.

y Canonizar a un mártir es fácil, basta con demostrar que su muerte la causó el odio a fe; y Canonizar a los papas, obispos, abades, fundadores y reyes, es algo más difícil, porque se precisa demostrar procesalmente su presupuesta santidad y la señal del cielo -el milagro ratificante- y para eso hay que contar con personas, tiempo y dinero. y Canonizar a un cura es bastante más complejo, se precisan la santidad del sujeto como en todos los casos y encontrar a alguien que se interese mucho en sacar adelante el largo proceso; es casi tan difícil como y Canonizar a una madre Santa -hay muchas-, a un maestro, o médico de pueblo. Pero y Canonizar a la criada de toda la vida, a la sirvienta, tiene mucho mérito. Y ya tenía yo ganas de tropezar como hagiógrafo novel con un caso de éstos. Zita cumple sobradamente mi deseo y confieso que desde que escribo su vida en pinceladas admiro más al servicio doméstico.

El comienzo del siglo XIII la vio nacer en una aldea llamada Monsagridi en una familia pobre de bienes y rica en amor y temor de Dios; comienza a servir -bonita palabra por su contenido- en Lucca a la familia del acomodado Fatineli que vive junto a la iglesia de San Frigidiano. La bondad de los hábitos adquiridos con paciencia y buen humor en la escuela de la familia y el celoso quehacer llevado con alegría y mucho empeño la indispusieron en su trabajo con los otros criados que se ganan el pan cumpliendo sin mucho esfuerzo. Ella trabajó bien y terminó la tarea con primor, los otros pensaron que se esforzaba en demasía y los dejaba mal a ellos. ¿Por qué no se contentaba con hacer lo suficiente para salir del paso? (La envidia siempre es molesta compañera de camino y lo malo es que se encuentra por todas partes y en todo tiempo). Los colegas mediocres, en su ineptitud, interpretaron mal sus gestos; a la virtud le llamaron soberbia, a la puntualidad, engreimiento; a la presteza, adulación y al sacrificio, remedo; sí, hasta en la piedad maljuzgaron a Zita como hipócrita aspirante al beaterio. Menos mal que Zita supo ser fuerte, se conservó serena, mantuvo el tipo con espíritu alegre y sin quejas.

Otro aspecto que resalta en su vida de servicio a todos es la caridad con el prójimo menos afortunado en salud, trabajo o dinero. De lo suyo -que era poco- dio todo; alargada en la generosidad, de los bienes que sobraban a otros -los superfluos de su dueño- no se paró en mientes para hacer partícipes a los pobres; esto llegó a causarle trastornos con el amo Fatineli que alguna vez vió aminorada su despensa o disminuidos sus graneros. ¿Tenía derecho a hacerlo? ¿Se puede forzar a los otros a dar de lo que les sobra? ¿Es justo dar de lo ajeno? ¿Tendrá algo que ver el derecho a la propiedad con el deber de la propiedad? En la profusión de Zita se entrevé la sisa de Dios, no prevista por la ley, pero que es exigencia del amor ya que la justicia sin misericordia se queda corta y llega a convertirse en injuria.

¿Su nombre tiene algún significado?

No, Zita es un nombre sin ningún significado.

¿Cuál es su nombre en otros países del mundo?

No existen santos relacionados en otros países del mundo.

¿Existe alguna oración específica para Santa Zita?

No, no existe ninguna oración relacionada con Santa Zita.

 

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